Los que ya lleváis un tiempo leyéndome os habréis dado cuenta de que con mi hijo E. es imposible aburrirse. No sólo porque sea un poco (eufemismo) trasto sino además es muy “particular”.
Estos días de vacaciones hemos aprovechado para llevarlos al cine. Bueno, A. encantado pero la verdad es que E. dice que prefiere esperar a que estén en DVD ¿¿???
La última película que eligieron ir a ver fue la del Capitán América (yuuuhuu, ¡qué emoción!, no sé cómo habría podido yo pasar sin verla).
Fuimos a un centro comercial de esos con chorrocientas salas de cine y cómo llegamos con tiempo entramos en el supermercado a comprar algunas cosillas (leche de soja, toallitas, pañales…ya sabéis, todas esas delicatessen…)
Mi marido con buen criterio prefirió comprar sólo y nos dejo esperándolo en la sección de libros: igual de entretenida que la de juguetes pero con la ventaja de que si se les antoja algo, (que siempre se les antoja), al menos se llevan un libro para casa (y ellos tan contentos porque en la sección de juguetes sus peticiones no suelen tener éxito).
Pues lo dicho, a E. se le antojo un ejemplar: un pequeño diccionario inglés-español. English-spanish de la editorial Vox.
Lo normal.
¿Quién quiere cuentos o cómics pudiendo elegir un diccionario?
Lo mejor es que el diccionario tenía el increíble precio de 0,50€. Si, cómo léeis. Sería debido a su increíble acogida por las masas juveniles e infantiles.
Así, que nada, se lo compramos.
E. no se creía su suerte, así sin insistir ni regatear ni nada.
E. no se creía su suerte, así sin insistir ni regatear ni nada.
Antes de llegar a la caja ya se le habían caído 2 hojas. Pero no se desanimó ni mucho menos por la paupérrima encuadernación. Fue a cambiarlo por otro ejemplar y punto.
Y ahora viene lo mejor.
E. ha estado sacando el diccionario a todas nuestras salidas.
El petardo parece un testigo de Jehová en miniatura con el librito debajo del brazo.
¿vamos de compras? Él con el diccionario.
¿vamos de cervezas? El diccionario viene con nosotros.
Estuvo 3 ó 4 días que en vez de llevarse juguetes se llevaba su reciente adquisición.
En una terraza en la playa se le acerca una chiquilla que pensó que tenía ante sus ojos un pequeño guiri y vió una oportunidad de oro para practicar su inglés.
- Niña: “Hello, how are you?” What’s your name?
- E: O_O (Con cara de ¿perdona?) “No hablo inglés”. - Le enseña el diccionario - “¿No ves que estoy aprendiendo?”
Y otro daño colateral del diccionario es que nos hemos tirado varios días en el desayuno, en la sobremesa, al anochecer, a todas horas….….
“Dime una palabra y te la busco en inglés”….. “ummm, café”
Dime otra. “Tostada” Otra.. “taza” Otra…. “MeCagoEnLasMuelasDelDiccionario…”
“Jo, va, esa no vale…”
“E. haz algo de deberes” “Si ya he hecho…estoy aprendiendo inglés… Dime una palabra y te la busco…” ¡¡!!
Mis hermanos han sugerido quemarlo en la barbacoa (el diccionario, se entiende, no al niño como a San Lorenzo), pero me veo incapaz…eso de quemar un libro ahí en plan Savonarola lo veo muy de fanáticos…)
No sé yo si estará quedándose con algún vocabulario pero lo que es seguro es que cuando la seño del cole les enseñe este curso el manejo de este valioso instrumento (el de la RAE, no el de inglés, que creo que se enseña a manejar en segundo si no recuerdo mal por el otro) mi hijo va a tener una agilidad que te cagas lorito.
Superentrenado que va a estar. Ya te digo.