Estas últimas semanas he estado leyendo varios post dedicados a la silla de pensar. Por supuesto todos en contra.
Pues hala. Yo la he usado con A. y con E. Apedreadme.
Con piedra de cantera nacional a ser posible…. Que hay que levantar la economía…
Evidentemente no soy tan tonta del pijo para haber comprado una silla de diseño a tal propósito, que además por lo que parece es tipo mecedora… Si hubiera sentado alguna vez a E. en tal artefacto probablemente me hubiera repetido la conducta indeseada. Porque pinta de cómoda sí que tiene.
De hecho le he sido infiel a la silla de pensar y no siempre he usado la misma. Qué cosas.
He creado inconscientemente un vínculo negativo de mis hijos con la mayoría de las sillas de la casa.
Debe ser por eso que E. en un arranque revanchista me pintó a boli varias sillas del salón.
Vaya por delante para quien no me conozca que intento escribir este humilde blog con algo conocido como “sentido del humor”, así que aquel que no gaste que se abstenga de seguir leyendo, porque voy a exponer mi opinión sin ánimo de ofender a nadie pero un poco hasta las narices y tomándomelo un poco a risa.
Y es que yo me pregunto a veces según lo que leo por ahí: ¿¿Qué clase de criaturas estoy criando??
¿Son mis hijos los únicos que no modifican según que conductas con la simple charla maternal y llena de amor filial?
¿¿Los míos son los únicos niños que se salen de madre, patalean y te montan una pelotera por menos de un pimiento ante una orden sencilla que va contra sus deseos muy legítimos, faltaría más, pero en algunos casos inasumibles.??
De verdad que yo leo algunas cosas por ahí y me vengo abajo…
Porque yo soy una madre muy molona que intento razonar con mis hijos, que les explico las cosas, que intento hacerles ver lo que está bien y lo que está mal.
Pero esto siempre NO ME VALE!!
Y joder mis hijos a veces se pasan mis recomendaciones (no voy a decir normas no vaya a ser que alguna aterrorizada se me haga pis encima) por el forro. Es más ¡¡fijaos!! ¡¡A veces lo hacen a cosa hecha!! Con premeditación y alevosía…. Y aunque no lo creáis ¡¡a veces lo hacen después de habérselo razonado hasta 3 y 4 veces!!…
¿Es ésta una conducta propia solamente de mis descendientes?
Confesaré aquí y ahora que una servidora:
- ha apartado a alguno de sus hijos de algún juego y lo ha dejado sentado si se estaba dedicando a dar la lata a los otros niños o les he oído alguna palabra malsonante (Si, soy lo peor,….¡¡mis hijos a veces dicen palabrotas!!)
- he sentado a alguno de mis hijos un segundito si le ha pegado a alguno de los hermanos con intención dolosa. Ejemplo práctico: con un camión de madera en la cabeza. Y no me vale lo de Defensa de las propiedad.
Pues sí, en alguna ocasión los he cogido de la manita, les ha hablado con mucha calma y tranquilidad y les he dicho por ejemplo: A ver, siéntate aquí un poquito, relájate, te tranquilizas y piensa un poquito en lo que mamá te ha explicado y en lo que has hecho.
Y ya puestos a confesar, también diré que a veces no les hablo con tanta calma y tranquilidad….no soy perfecta…pero a la vista de que hay muchas mamis que consiguen mantener siempre a flote su lado zen y cariñoso rogaría algún tipo de taller para instruirme. Tengo propósito de enmienda. Tenedlo en cuenta en mi descarga.
Como no vivo en el palacio de Buckingham, y es más, mi humilde morada no cuenta ni con 2 plantas…en las escasas ocasiones que los he mandado aparte, los he tenido vigilados y observados en todo momento. Incluso, que cosas, he pasado varias veces por delante para ir a alguna otra dependencia, por lo que solos, solos no se puede decir que hayan estado.
Y también es evidente que no he aprovechado el ratito que están pensando para ver la telenovela o ponerme a hablar por teléfono… Con lo cual quiero dar a entender dos cosas: que no los he dejado un tiempo largo y que no lo he usado como excusa para quitármelos de encima.
Y cómo tampoco soy una inconsistente para todo: cuando la he usado la he usado siempre para modificar la misma conducta, no conductas diferentes.
Os diré que con E. no he usado el método en más de dos ocasiones porque me dí cuenta de que no tenía ninguna efectividad.
¿Qué por qué lo sé? Básicamente porque se pasaba el par de minutos canturreando y luego gritaba ¿Qué? ¿Me puedo levantar ya?
Y siempre a la vista….que una vez le mande a su cuarto…y me desmontó el enchufe de la pared-…y luego cuando se vio con el en la mano pensó ¿Y ahora qué? y decidió tirarlo por detrás de la cama, que es litera y está unida al armario de esquina en todo un bloque….
Pero con A. me fue muy bien. A. era y sigue siendo (a pesar de haberlo mandado a la silla) un niño muy reflexivo, que verdaderamente se paraba a pensar en lo ocurrido.
Lo cual hace muy evidente que es un “método” que no sirve para todos los niños.
A veces nuestros hijos no necesitan que estemos continuamente encima de ellos repitiéndoles 100 veces lo mismo y las mismas cosas. A veces es necesario darles su tiempo y que las maduren. Y A. eso lo hace mejor en “soledad” que viendo la tele o jugando a los cochecitos…tiene esa rareza.
A veces a mí no me vale que me digan "si mamá lo he entendido, que charla más instructiva e interesante que hemos mantenido, que diálogo tan enriquecedor…. ", que eso también es muy fácil de aprender…y cuando me doy la vuelta vuelvan a hacerlo.
Me doy cuenta de que lo he hecho mal en algunas ocasiones. Por supuestísimo que sí.
Es más me doy cuenta que lo que debería haber hecho en muchas de esas ocasiones era haberme ido yo a la silla de pensar.
¡¡Y ojito!! Que no estoy animando a nadie a que la use. Cada una sabe mejor lo que le va bien o no a su hijo y a ella misma.
Que en esto, cómo en casi todo nada es blanco o negro…que hay una amplia gama de grises.
Pero leche, lo que si reivindico es que ya está bien de meter el miedo en el cuerpo a madres que no educan a sus hijos de la misma manera que nosotros.
Que aquí a la primera de cambio la gente usa la palabra trauma con una ligereza que eso sí que da miedo.