CRECIENDO Y MENGUANDO

Queridos lectores. He vuelto.

He dicho.

No voy a aburriros volviéndoos a contar que es lo que me ha alejado tanto tiempo de por acá…Es lo mismo de siempre. Solo os lo resumiré diciendo que en mi casa en este  último mes todo ha ido creciendo:

-          Han crecido los niños

-          Ha crecido el trabajo

-          Me crecen los problemas y los deberes como setas

-          Crece y crece la capa de suciedad y las pelusas. Algunas tienen un tamaño tan considerable que les hemos puesto nombre: “Uy mira por ahí va Copito de nieve…y mira Pichí…que gordita se está poniendo” (si, soy muy fans de Heidi..)

Podríamos sacarlas hasta a a pasear y quedarían muy aparentes como mascotas….

Lo  único que mengua peligrosamente además de mi tiempo para acabar el curso de inglés…es mi cuenta corriente.

Que menudo meneo le hemos metido este último fin de semana. Que digo meneo…eso ha sido un terremoto de al menos un 7 en la escala Ritcher…

Esta desaceleración de mi cuenta bancaria es una consecuencia directa de que haya crecido todo lo anterior. Bueno también ha tenido algo que ver el que le hayan metido mano desde las altas esferas a base de decretazo...pero dejémoslo estar…

Estos últimos días hemos sido mi marido y yo los que la hemos asaltado vilmente.

Haceros una idea.

Así a bote pronto me he tenido que aprovisionar de camisetas de manga larga para M. Es cierto que hereda ropa de sus hermanos. Y del hijo de Lonó (gracias bonica). Pero se ve que las camisetas de manga larga en algún momento del pase generacional se perdieron.

Estarían para hacer trapos. O se las pasé a mi sobrino y nunca volvieron. O les dieron de sí.

Esto último es muy probable ¿¿no os dejan vuestras criaturas las camisetas con corte tipo trapecio, o en su defecto con cuello barco?? Los míos continuamente. En el caso de A probablemente tenga relación directa con que se las saque tirando del cuello o se las coloque abarcando ambas rodillas cuando está sentado.

Aún me tengo que hacer con varios pijamas también misteriosamente desparecidos O_O

A A. le están cortos todos los pantalones. TO-DOS. Así que le han caído tres vaqueros (grises, azules, granates) y un par de jerseys.

Comprarle ropa de invierno a A es una cruz. LA ropa de su edad le está bien de largo, pero se le cae de cintura. Tengo que comprarle esos pantalones con cintura ajustable y luego liarme  a tirar de cinta elástica como una loca hasta que lo dejo hecho un lechugino.  Lechugino porque me recuerda el farfollo que le queda a una lechuga cuando le atan las hojas. Tal cual. Sin paños templados. Un desastre.

A esto le sumamos una equipación de baloncesto para E. Otra de futbol para A  y unas botas de futbol sala para cada uno (bendito deporte)

A E. lo que le ha crecido es la habichuela. Ni un zapato le está bien. Pero no le he comprado ninguno aunque falta le hace. Es muy delicado el caballero. Nada de su agrado. Seguiremos buscando.

AH! Si! Le ha caído regalo: Un videojuego para la Wii. Que el sábado fue su santo.

Lo que me recuerda que voy a mandar a tomar por culo el anonimato de mis churumbeles porque menudo trabajazo revisar que no se me ha escapado el nombre y eso sin contar que cada vez que pongo A. al comienzo de frase, cuando le doy a intro me pone automáticamente una B. en la siguiente línea. Sus mulas.

No me compensa.

Pues eso. Que el sábado fue San Eduardo.

¿Qué más? Pues eso que cómo van creciendo a Eduardo además le hemos comprado una tabla para montarle una mesa de estudio plegable en su cuarto. Y una silla de estudio. De esas con ruedas y que se eleva.

Y ya puestos otra para Alejandro. Que el pobrecito mío desde que nos mudamos tiene como silla de estudio una banqueta de enea.

Sí, soy así de cutre o de dejada. Pero si os digo que lo había visto en una revista de diseño lo mismo cuela.

Y una banqueta para la cocina. Que teníamos 4. Y desde que Mario dejó la trona mi señor esposo come en una banqueta de enea con dos cojines para llegar mejor a la barra de la cocina. La misma banqueta del cuarto de Alejandro no os vayáis a pensar. Bien buena que nos ha salido (a ver si se la devuelvo a mi suegra por cierto, jajjajajaja)

El único problema es que la hemos comprado pelín alta. Bueno, más que pelín, que tiene la misma altura que la barra de la cocina. Nada que una buena sierra metálica no pueda solucionar.

No quiero ni pensar en que aún tengo que cubrirles los pies para el invierno.

Y estamos en feria ¡¡yujú!! Suma y sigue.

Y aquí que me he desahogao. Pero en fin, que to sea eso. Que estamos cojonudamente de salud y de amor. (Hoy por cierto es mi 13º aniversario de boda…. Joder, se me han pasado en un suspiro).

Como siempre os digo cuando desaparezco os voy leyendo poco a poco, y comentando cuando puedo.