Ya os avisé que esta sección amenazaba con volver…
Voy a hablaros de dos juguetes diabólicos y un invento inútil. (el que lo creó se cubrió de gloria…seguro que está forrao y todo)
JUGUETE DEL DEMONIO Nº1: LA MANO LOCA
Y no me estoy refiriendo a la mano de Mou metiéndole el dedo en el ojo a “Pito”
Se trata de una mano elástica hecha de un material pegajoso. Y acabo de nombrar dos cualidades muy, muy atractivas a los ojos de cualquier infante: elástica y pegajosa.
¿Pensabaís que ya no las fabricaban? MEEEEECCC. Error. Siguen al alcance de cualquiera de nuestros hijos.
¿Para qué sirve? Os preguntaréis. Para nada.
Porque sólo se pegaban al blanco elegido las 3 ó 4 primeras veces (siendo muy benévola). Luego tienen una alta tendencia a atraer cualquier mota de polvo, pelusa o mierda, en cualquiera de sus variantes aceptadas, a su superficie, y eso ni pega ni nada.
Y lo peor es que “el blanco elegido” en el caso de mis hijos es un 90% de las veces la cara de sus hermanos, o cualquier otra zona corporal. Y en segundo orden de preferencias las paredes (antaño blancas) de mi coqueto piso leonera…
Porque es entretenidísimo tirar la mano a la pared y ver cómo va descendiendo lentamente, dejando a su paso, parte de la mugre acumulada.
Ahora, que es muy barata, eso sí. Y eso debió pensar la madre de un compañero de mi hijo, que la regaló a todos los compis de la clase para celebrar el cumpleaños de su retoño.
Y E. (¿podía tratarse de otro?) una vez explotadas las principales actividades a realizar con la mano de los #$·#$%&……., la lavó “para que pegue más, mamá”, la cortó en trocitos diminutos, y a continuación los fue lanzando al techo de su habitación.
A mi la primera impresión que me dio al ver el resultado fue recordar cuando era pequeña y a mi madre le estalló una olla de cocido en la cocina… Monocromático en este caso, eso sí, menos colorido.
Algunos fueron cayendo por su propio peso, otros hubo que retirarlos subidos a una escalera.
Mola ¿a qué sí? En venganza le regalé a la criatura que celebraba el cumple un bonito juego de “Construye con arena” para que se deleitara su mamá. Estamos empatadas.
JUGUETE ENDEMONIADO Nº2: CAMIÓN- CIUDAD DE LOS MICROMACHINES (en sus múltiples versiones)
¿Tenéis una ingeniería superior? ¿Habéis construido con vuestras propias manos un satélite espacial?
Si la respuesta a las dos anteriores preguntas es negativa, no le compréis este artefacto a vuestros hijos.
¿Cuál es el principal incoveniente? Que una vez abierto, no hay huevos de volverlo a cerrar. Lo juro.
Y yo no soy especialmente torpe. Que una vez les monte yo solita las montañas rocosas de los indios playmobil (eso podemos dejarlo para otra ocasión) y mi marido lleva en su cuerpo el montaje de algunos muebles de IKEA (Sin instrucciones!!).
Pero es que juro que no hay forma. Eso no vuelve a encajar para convertirse de nuevo en camión. REPITO: no hay forma humana.
Otros incovenientes: los coches tan diminutos se cuelan por todos los resquicios habidos y por haber. Porque claro, se supone que son para la pista de dentro del camión….pero ¿qué niño se conforma con darles poca potencia pudiéndose lanzarlos a toda hostia?...¡y la emoción de verlos salir volando atravesando el dormitorio!.
Las farolas del mobiliario urbano del camión- ciudad se las tuvieron que adjudicar a una subcontrata que se quedo parte de la pasta en el bolsillo o que pertenecía al hermano de algún jefazo, porque les soplas y se caen. No se tienen de pie.
¿Cuántas veces han jugado mis hijos con el camión? Las puedo contar con los dedos de una mano.
Lo tengo guardado en el fondo de un armario, porque soy así de tonta y me da pena tirarlo. De vez en cuando buscando alguna otra cosa lo vislumbran y hacen amago de sacarlo ¡¡sobre mi cadáver!!
INVENTO QUE NUUUUUNCA VOLVERÉ A USAR
En un arranque consumista me dio por comprar una de esas ventosas que se usan para que el plato de comida de mi hijo no se volcara accidental o intencionadamente.
El oro y el moro me prometía yo.
Nunca mais lanzamiento de plato…
Mi hijo no sólo tira el plato sino que a continuación también tira la ventosa. A la cara de su madre, casi.
A gusto se quedaría el jodío.
“Inmoviliza platos y boles con seguridad” JA!
Sobran más palabras.
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ESte es mi modelo en cuestión |