“Porfin” tienes aquí al técnico que venía a revisar los aparatos electrónicos.
Estoy empantanada de trabajo, con la consulta a tope, miro a mi compi, en mi mente empieza a formarse el vago recuerdo…Efectivamente el viernes pasado me comentó que el martes a las 12:00 pasarían a revisar el aparataje.
Mi oído lo pilló, mi cerebro procesó la información y a continuación eliminó el mensaje de la bandeja de entrada.
Tengo que revisar el filtro de información.
“¡Ah, si! Me pillas fatal.”
Mi compañera me lo presenta “Rafa” “Porfinyomisma” “Un placer, en un ratito estoy contigo”.
Se va con la enfermera a revisar el material de la sala de curas.
Sigo a lo mío. Voy a poner un foco de infrarrojos a un paciente, pero no enciende. ¿Mierda! ¿Y ahora qué? ¿A qué va a ser que hace un rato iba a volcar y lo enganché al vuelo? pero se ve que en la maniobra de rescate he jodío algo. Que suerte que tengo al técnico aquí. JA!
“Rafa, se me ha estropeado el foco de infrarrojos ¿tienes un destornillador?”
Silencio.
“Noooo”.
Lleva uno asomándole por el bolsillo.
Lo he visto.
Él sabe que lo he visto. Mi compañera lo ha visto.
Silencio.
“verás, es que no puedo meterle mano a ningún aparato hasta que me hagas un parte de incidencias y lo mandes a mi central. Entonces si mi central me da el aviso antes de que me vaya te lo arreglo”.
O_O
¿Perdona?
“bueno, pues entonces dame el destornillador que ya lo arreglo yo”.
Se ve que le da cargo de conciencia o apuro y decide ir a echarle un vistazo. O eso o que no se fía de darme el destornillador porque me ha visto cara de asesina en potencia y lo mismo le estoy metiendo una milonga y lo quiero para acuchillar a algún paciente.
Llega a meterle mano a la máquina.
“¿Y el interruptor?” “No tiene”.
Tiene un empalme con una ficha recubierto por un esparadrapo.
Mañosa que es una. ¿no sabes que estamos en crisis?
Ahora me mira con cara de ésta tía está chalada.
Saco la bombilla, no parece fundida. Aprovecho para meter la cabeza en la pantalla del foco y grito:
“Toooñi…hazme la permanente….de rizo grueso…” La enfermera y yo nos descojonamos….
Bajo el mástil del foco….”Ana, cántate algo” y la enfermera con la pantalla a modo de micro de estudio de grabación se marca el comienzo de un bolero...
Juaasss, las 2 estamos ya descojonadas. Los pacientes también.
El técnico empieza a preguntarse dónde se ha metido.
Lo vemos coger el destornillador para meterle mano al cable pelao que he dejado al descubierto.
“¿desenchufo primero, no?” le dice mi compañera . Ay alma de cántaro, que te hemos salvado la vida.
No es del cable, ni de la lámpara. ¿será la bombilla?
“¿puedes traerme una bombilla para probarla?”
Aunque parezca increíble no hay ni una sola bombilla clásica en toda la oficina. Solo tubos fluorescentes y de esas encastradas en el techo.
Ya que estamos en faena, pasamos revisión al resto de los aparatos.
¿Algo más que declarar?
Pues mira..las pesas éstas de aquí: ¿a ti te parece que esto pese medio kilo?
La coge.
“ Pues no sé…”
”Que no hombre, que la pesa se me ha vaciao..que eso no pesa medio kilo. A ver coge la otra ".
Se las paso a Ana…”uy…que va, esto no pesa medio kilo”, me las devuelve Ana... hacemos las majorettes con las pesas fraudulentas…
Lo anota.
(aún estoy pensando en la cara que pondrán en central cuando vean en el parte que pase el muchacho: las pesas de medio kilo, no pesan medio kilo)
“AH!, mira el aparato éste es que me lo tiró un paciente al suelo el otro día, y se ha quedado más pa allá que pa acá”
“pero si tiene toda la carcasa abierta!!”.
“Pero funciona” digo muy ufana MEEEEC Error.
”Bueno, pues me pasas un parte de incidencia y pones que está la carcasa rota”
”Bueno, pues me pasas un parte de incidencia y pones que está la carcasa rota”
“¿Pero no operas?”
No puedo sin parte de incidencias.
Asoma la cabeza el médico
“Porfin” ¿te hace un té”
“Hoy paso que mira cómo me pillas. Mañana nos vemos en el tea time”.
“¿Has empezado el curso de inglés?”
“No…estoy esperando que al tutor que sale en el videomail le salga bigote para saber si es tío o tía!” (os juro que no lo sé!!!)
“¿algo más?”
Pues mira, sí.
“Es que hace unos meses me cargué el cable del ultrasonidos (no sé como me las arreglo) y encargué uno al antiguo proveedor…el cuál tras media hora de interrogatorio sobre el cable( voltaje de la máquina, tipo de enganche o cómo se diga, de dónde a donde iba el cable, color de ojos del susodicho…) , que me faltó hacerle un dibujo, me lo mandó equivocado el muy desgraciaoy ahora no me sirve. Podrías mandarme tú un cable nuevo…tras parte de incidencias por supuesto… Que mira cómo ando…que si lo pongo mirando pa Cuenca el aparato no funciona pero si lo giro 30º al norte y lo inclino en el ángulo del coseno de la hipotenusa parece que si que vá.”
Le miro con carita de cordero degollado.
“¿Me enseñas el cable que te enviaron?”
Saco el cable. Lo mira.
Le quito el cable chamuscao al aparato.
“¿lo ves? No es ni parecido.”
Me mira.
Coge el cable que acabo de desconectar.
Lo desmonta en dos partes. ¡Oh! Sorpresa! ….Ahora sin son iguales.
Pone el nuevo, el que me enviaron. Que encaja como un guante
Me mira.
“Vale. Te dejo que se lo cuentes a los colegas que os vais a partir el pecho a mi costa, ¿Eh?” (y pienso para mí que menos mal que no llamé por teléfono al que me mandó el cable para ponerlo a caer de un burro: Tú eres tonto o qué, media hora de interogatorio sobre el cable y me lo mandas mal. Mira quien es la tonta)
¿Tiro el viejo? (Noto cierto tonillo de recochineo…No, déjalo que lo voy a usar para colgarme, por idiota)
Se va no sin hacerme prometerle que le voy a mandar los partes de incidencias.
Se me ha pasado la mañana volando. Me he echado unas risas. No me ha dado tiempo a todo lo que tenía que hacer.
Un día normal en el trabajo.