A MIS AMIGAS SIN HIJOS

Tengo amigas sin hijos. Lo confieso. Soy así de rara.

Lo raro no es que yo sea amiga de ellas, no, lo raro es que ellas sean amigas mías, porque puestos a confesar, confesemos que las madres somos unas amigas un poco coñazos a veces y bastante monotemas.

Ellas aguantan nuestras charlas sobre nuestros hijos, nuestros problemas con nuestros bambinos, escuchan una y otra vez las gracias de nuestras criaturas… Son así, sufridoras, jajaja.
¡¡Y las mías son de categoría superior porque yo puedo ser triplemente pesadita!!

Es cierto que conforme vamos avanzando en nuestra vida la mayoría de nuestras amigas se convierten también en madres. Una vez que tenemos hijos es también más común hacer amigas con hijos.

Pero tengo la inmensa suerte de haber hecho amigas sin hijos después de ser madre. Y me siento inmensamente afortunada. Por todo lo que me aportan.

•    Porque me mandan un mensaje para irnos una noche de concierto, o me llaman para una cerveza
•    Porque sus cumpleaños son divertidos, diferentes; ni mejores ni peores que los de mis amigas maternizadas, ¡ojo!, sólo diferentes: sin niños, sin horarios, …
•    Porque hablamos de mil temas diferentes, enriqueciéndome con un millón de cosas.
•    Porque disfruto como si fueran míos sus triunfos, y lloro con ellas sus penas… a veces muy diferentes a las mías, a mi dia a día.
•    Porque aunque no tienen criaturas no se aburren, y su vida está llena de actividades interesantes: e interesantes no es lo mismo que frívolas, cuidadín de nuevo. Son solidarias, hacen voluntariado, son imaginativas y siempre te tienden su mano.
Trabajan, llevan su casa, están llenas de iniciativas y de proyectos. Proyectos que comparten conmigo o en los que me involucran.
•    Porque son capaces de cargar con la Wii y alquilar un juego de fútbol a una reunión de taradas para que mis hijos disfruten.
•    Porque les pides un PDF con instrucciones para tontos y no sólo te lo hacen sino que invierten parte de su precioso tiempo y te lo hacen de puta madre.
•    Porque te hacen camisetas personalizadas pintadas a mano por ella para regalo de navidad de tus hijos.
•    Porque te prestan su ropa. Ropa de NO madre, jajaja (lo de la ropa de no madre y ropa de madre lo hablamos otro día ;-))
•    Porque comparten conmigo una parte de su vidas que a lo mejor yo ya he pasado, pero que me hacen revivir sensaciones, y no es que las eche de menos, es sólo que recuerdo cómo era sentirse así y me doy cuenta tal vez de la suerte que tuve en ese momento de mi vida.
•    Porque a veces una está obcecada con un problema con uno de los fieras, y nos hace falta un punto de vista de alguien que aún no tiene niños, para que te bajes del burro, o le quites gravedad al asunto o para que te de des cuenta de que hay un problema donde creías que no lo había.



Porque ven a en mí algo más que una madre. Bueno, mis amigas con hijos también, pero creo que entendéis lo que quiero decir.

Porque te hacen ver que hay vida más allá de la maternidad. ;-)

Así que por todo eso y muchas más cosas que me dejo en el tintero: Gracias. Gracias por estar ahí. Os quiero.

P.D. A todas las mujeres que aún no se han estrenado en el absorbente mundo de la maternidad haced este mes una buena obra: ¡¡Echaos como amiga a una madre!! ¡¡Lo necesitamos!!